Soñamos con ser una familia de fe que aporta a la sanidad espiritual, emocional y física de las personas que a ella acuden, y en la que cada miembro se reconoce como único, importante y lleno de la Gracia Multiforme y del poder del Espíritu Santo de Dios.
Queremos experimentar la más amplia manifestación cultural para la entrega del mensaje de salvación y libertad en Jesucristo, generando un espacio de confianza para que las personas conozcan al Dios que los ha creado y los ama de manera incondicional.
Lucharemos por ser una comunidad que fluye sin límites en la dirección de Dios y para cubrir las necesidades de un mundo cambiante y bajo sufrimiento, en la que niños, jóvenes, adultos y ancianos son discipulados para honrar y servir a Dios, transformando el entorno y contribuyendo a su prosperidad, levantando juntos una plataforma para la plantación de otras iglesias y el envío de misioneros hasta lo último de la tierra.

Queremos ser una auténtica Contracultura.

Queremos ser una Corriente de Vida.